25Porque más fácil cosa es entrar un camello por el ojo de una aguja, que un rico entrar en el reino de Dios.
26Y los que lo oían, dijeron: ¿Y quién podrá ser salvo?
27Y él les dijo: Lo que es imposible para con los hombres, posible es para Dios.
28Entonces Pedro dijo: He aquí, nosotros hemos dejado las posesiones nuestras, y te hemos seguido.
29Y él les dijo: De cierto os digo, que nadie hay que haya dejado casa, padres, ó hermanos, ó mujer, ó hijos, por el reino de Dios,
30Que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna.
31Y Jesús, tomando á los doce, les dijo: He aquí subimos á Jerusalem, y serán cumplidas todas las cosas que fueron escritas por los profetas, del Hijo del hombre.
32Porque será entregado á las gentes, y será escarnecido, é injuriado, y escupido.
33Y después que le hubieren azotado, le matarán: mas al tercer día resucitará.
34Pero ellos nada de estas cosas entendían, y esta palabra les era encubierta, y no entendían lo que se decía.
35Y aconteció que acercándose él á Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando;