1Un salmo (masquil) de Asaf. Oh, Dios, ¿por qué nos has rechazado? ¿Acaso será para siempre? ¿Por qué tu ira consume como fuego abrasador a las ovejas de tu rebaño?
2Recuerda al pueblo que formaste hace mucho tiempo. La tribu que redimiste e hiciste tuya. Recuerda también al monte de Sión, tu casa.
3Ven y camina en medio de estas ruinas. El enemigo ha destruido tu templo por completo.
4El enemigo ha gritado en victoria justo en el lugar donde te reuniste con nosotros. Han levantado sus estandartes como símbolos de su victoria.
5Actuaron como hombres que talan el bosque con sus hachas.
6Con hachas y martillos destrozaron los paneles tallados.
7Luego prendieron fuego a tu Templo, reduciéndolo a cenizas. Profanaron tu casa, el lugar que lleva tu nombre.
8Dijeron para sí mismos: “¡Destruyámoslo todo!” Así que quemaron cada uno de los lugares de adoración a Dios en la tierra.
9Ya no vemos ninguna de tus señales. No ha quedado ni un profeta, y ninguno entre nosotros sabe hasta cuándo durará esto.
10¿Hasta cuándo, Dios, te ridiculizará el enemigo? ¿Van a insultar tu nombre para siempre?