1Oh Dios, tú eres mi Dios; de madrugada te buscaré: mi alma está seca por necesidad de ti, mi carne se desperdicia con deseo por ti, como una tierra seca y ardiente donde no hay agua;
2Para ver tu poder y tu gloria, como te he visto en el lugar santo.
3Porque tu misericordia es mejor que la vida, mis labios te darán alabanza.
4Así que continuaré bendiciéndote toda mi vida, levantando mis manos en tu nombre.