8“‘Mi señor,’ respondió el hombre, ‘por favor, déjalo por un año más. Yo haré un hueco a su alrededor y le pondré fertilizante.
9Y si produce fruto, estará bien. Si no, entonces córtalo.’”
10Aconteció que Jesús estaba enseñando un sábado en la sinagoga,
11y estaba allí una mujer que había estado lisiada durante dieciocho años por culpa de un espíritu maligno. Ella estaba encorvada y no podía pararse erguida.
12Cuando Jesús la miró, la llamó y le dijo: “Has sido liberada de tu enfermedad.”