10Porque el haber muerto, al pecado murió una vez; mas el vivir, á Dios vive.
11Así también vosotros, pensad que de cierto estáis muertos al pecado, mas vivos á Dios en Cristo Jesús Señor nuestro.
12No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, para que le obedezcáis en sus concupiscencias;