19Y fué notorio á todos los moradores de Jerusalem; de tal manera que aquel campo es llamado en su propia lengua, Acéldama, que es, Campo de sangre.
20Porque está escrito en el libro de los salmos: Sea hecha desierta su habitación, y no haya quien more en ella; y: Tome otro su obispado.
21Conviene, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entró y salió entre nosotros,
22Comenzando desde el bautismo de Juan, hasta el día que fué recibido arriba de entre nosotros, uno sea hecho testigo con nosotros de su resurrección.
23Y señalaron á dos: á José, llamado Barsabas, que tenía por sobrenombre Justo, y á Matías.