1Para el director del coro. Un salmo de David, con acompañamiento de flautas. Señor, escúchame. No ignores mis gemidos de angustia.
2Escucha mi súplica por tu ayuda, mi Rey y mi Dios, porque a ti oro.
3Por favor, Señor, escucha lo que vengo a decirte en las horas de la mañana. Cada mañana traigo a ti mis peticiones y espero tu respuesta.
4Porque tú no eres un Dios que se deleita en la maldad, y contigo el mal no tiene cabida.
5Los orgullosos no pueden venir ante tu presencia. Tú odias a todos los que hacen el mal.