14así podré alabarte en las puertas de Sión, por la alegría de tu salvación.
15Las naciones han caído en la misma fosa que cavaron; sus pies están atrapados en la misma red que lanzaron.
16El Señor se ha hecho conocer por su justicia; los malvados quedan atrapados en sus propios caminos. Higaion. Selah.
17Los malvados perecen, y van a la tumba. Así ocurre con las naciones que le dan la espalda a Dios.
18Pero los necesitados no serán ignorados para siempre, ni la esperanza de los que sufren será frustrada.
19¡Levántate, Señor! ¡No dejes que los humanos ganen la batalla! ¡Haz que las naciones enfrenten tu juicio!
20¡Hazles temer, Señor! Hazles conscientes de que son solo humanos! Selah.