1Oh Dios, en cuyas manos está el castigo, oh Dios del castigo, que se vea tu rostro resplandeciente.
2Engrandecete, oh juez de la tierra; que su recompensa llegue a los hombres de orgullo.
3¿Hasta cuándo los pecadores, oh Señor, cuánto tiempo los pecadores tendrán gozo por nosotros?
4Las palabras de orgullo provienen de sus labios; todos los malhechores dicen grandes cosas de sí mismos.
5Tu pueblo es aplastado por ellos, oh Señor, tu herencia está turbada,
6Ellos mataron a la viuda y al invitado; se quitaron la vida de niños los niños huérfanos;