2Resulta que junto a la Puerta de las Ovejas, en Jerusalén, hay un estanque llamado “Betesda” en hebreo, con cinco pórticos a los lados.
3Multitudes de personas enfermas yacían en estos pórticos: —ciegos, cojos, y paralíticos.
5Un hombre que estaba allí, había estado enfermo durante treinta y ocho años. Jesús lo miró, sabiendo que había estado allí por mucho tiempo, y le preguntó:
6“¿Quieres ser sanado?”
7“Señor,” respondió el hombre enfermo,” No tengo a nadie que me ayude a entrar al estanque cuando el agua es agitada. Mientras trato de llegar allí, alguien llega primero que yo”
8“¡Levántate, toma tu camilla y comienza a caminar!” le dijo Jesús.
9De inmediato el hombre fue sanado. Recogió su camilla y comenzó a caminar. Aconteció que el día que ocurrió esto era sábado.