7Oh Dios de los ejércitos, haznos tornar; y haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
8Hiciste venir una vid de Egipto: echaste las gentes, y plantástela.
9Limpiaste sitio delante de ella, é hiciste arraigar sus raíces, y llenó la tierra.
10Los montes fueron cubiertos de su sombra; y sus sarmientos como cedros de Dios.
11Extendió sus vástagos hasta la mar, y hasta el río sus mugrones.
12¿Por qué aportillaste sus vallados, y la vendimian todos los que pasan por el camino?
13Estropeóla el puerco montés, y pacióla la bestia del campo.