3que hacen afilar sus lenguas como espada, lanzan cual flechas suya, palabras amargas;
4Para que en secreto puedan lanzar sus flechas al inocente de repente, sin temor y sin ser vistos.
5Se hacen fuertes en un mal propósito; hacen agujeros para redes secretas; ellos dicen: ¿Quién los verá?
6¿O hacer un descubrimiento de nuestro propósito secreto? El diseño está enmarcado con cuidado; y el pensamiento interno de un hombre, y su corazón, es profundo.
7Pero Dios envía una flecha contra ellos; de repente ellos están heridos.
8El mal de sus lenguas es la causa de su caída; todos los que los ven están sacudiendo sus cabezas hacia ellos.
9Y con temor los hombres hacen públicas las obras de Dios; y al pensar en sus actos obtienen sabiduría.