4Porque el peso de tu mano estuvo sobre mí día y noche; mi cuerpo se secó como la tierra en verano. Selah.
5Te confesé mi maldad y no guardé mi pecado. Dije: lo pondré todo ante el Señor; y tú perdonaste mi maldad y mi pecado. Selah.
6Por lo cual, cada santo orara a ti en el tiempo que estés cerca; y el diluvio de las grandes aguas no alcanzará a él.