2Escucha la voz de mi oración, cuando te clamo, cuando mis manos se eleven a tu lugar santo.
3No me lleven lejos con los pecadores y los trabajadores del mal, que dicen palabras de paz a sus vecinos, pero el mal está en sus corazones.
4Dales la recompensa conforme a la perversidad de los sus actos y de sus maldades: dales castigo conforme a las obras de sus manos.
5Porque no tienen respeto por las obras del Señor, ni por las cosas que sus manos han hecho, serán destruidos y no los vuelva a levantar.
6Que el Señor sea alabado, porque ha escuchado la voz de mi oración.