1Te amo, oh Señor, mi fortaleza.
2El Señor es mi roca, y castillo mío y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía que me protege, en él pondré mi fe; mi escudo, la fuerza de mi salvación y mi alto refugio.
3Invocaré mi clamor al Señor, que es digno de ser alabado; así me salvaré de aquellos que están en mi contra.
4Las cuerdas de la muerte me rodeaban, y los torrentes del mal me aterrorizaron.
5Las cuerdas del infierno me rodeaban: las redes de la muerte vinieron sobre mí.
6En mi tribulación invoqué al Señor, mi clamor a mi Dios; Él oyó mi voz en su santo Templo, y mi oración llegó delante de él, hasta sus oídos.
7Entonces surgió un gran terremoto en la tierra; y las bases de las montañas se movieron y temblaron, porque estaba enojado.
8Le salió humo por la nariz y un fuego de destrucción de su boca; carbones fueron encendidos por él.
9Descorrió la cortina del cielo, para que él pudiera descender; y estaba oscuro bajo sus pies.
10Y se fue volando por el aire, montó en un ser alado: yendo rápidamente en las alas del viento.
11Hizo de la oscuridad su lugar secreto; su tienda de campaña, y a su alrededor eran las aguas oscuras, las espesas nubes de los cielos.