3Pesada es la piedra, y la arena pesa; mas la ira del necio es más pesada que ambas cosas.
4Cruel es la ira, é impetuoso el furor; mas ¿quién parará delante de la envidia?
5Mejor es reprensión manifiesta que amor oculto.
6Fieles son las heridas del que ama; pero importunos los besos del que aborrece.
7El alma harta huella el panal de miel; mas al alma hambrienta todo lo amargo es dulce.
8Cual ave que se va de su nido, tal es el hombre que se va de su lugar.
9El ungüento y el perfume alegran el corazón: y el amigo al hombre con el cordial consejo.
10No dejes á tu amigo, ni al amigo de tu padre; ni entres en casa de tu hermano el día de tu aflicción: mejor es el vecino cerca que el hermano lejano.
11Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón, y tendré qué responder al que me deshonrare.
12El avisado ve el mal, y escóndese; mas los simples pasan, y llevan el daño.
13Quítale su ropa al que fió al extraño; y al que fió á la extraña, tómale prenda.