29No digas: Como me hizo, así le haré; daré el pago al hombre según su obra.
30Pasé junto á la heredad del hombre perezoso, y junto á la viña del hombre falto de entendimiento;
31Y he aquí que por toda ella habían ya crecido espinas, ortigas habían ya cubierto su haz, y su cerca de piedra estaba ya destruída.
32Y yo miré, y púselo en mi corazón: vilo, y tomé consejo.
33Un poco de sueño, cabeceando otro poco, poniendo mano sobre mano otro poco para dormir;