14Y los fariseos, que tenían un gran amor al dinero, al oír estas cosas, se burlaban de él.
15Y él dijo: Ustedes tienen cuidado de parecer buenos a los ojos de los hombres, pero Dios conoce sus corazones; y las cosas que son importantes en opinión de los hombres, son aborrecidas a los ojos de Dios.
16La ley y los profetas fueron hasta Juan; pero luego vino la predicación del reino de Dios, y todos se esfuerzan para entrar en el.
17Pero el cielo y la tierra llegarán a su fin antes de que la letra más pequeña de la ley deje de cumplirse.
18Todo aquel que se divorcia de su mujer y toma a otra, adultera; y el que está casado con una mujer cuyo marido la ha abandonado, adúltera.
19Y había cierto hombre de gran riqueza, que estaba vestido con ropas de púrpura y delicado lino, y estaba resplandeciente y alegre todos los días.