12Jesús habló una vez más al pueblo, diciéndoles: “Yo soy la luz del mundo. Si me siguen, no caminarán en la oscuridad, porque tendrán la luz de la vida.”
13Los Fariseos respondieron: “¡Tú no puedes ser tu propio testigo! ¡Lo que dices no prueba nada!”
14“Incluso si yo soy mi propio testigo, mi testimonio es verdadero,” les dijo Jesús, “porque sé de dónde vengo y hacia dónde voy. Pero ustedes no saben de dónde vengo ni hacia dónde voy.
15Ustedes juzgan humanamente, pero yo no juzgo a nadie.