1Es bueno alabar al Señor y hacer melodía a tu nombre, ¡oh Altísimo!
2Para declarar tu misericordia en la mañana, y tu fe inmutable todas las noches;
3En un instrumento de diez cuerdas, y música de arpa.
4Porque tú, oh Jehová, me has agradado por tus obras; Tendré alegría en la obra de tus manos.
5¡Oh Señor, qué grandes son tus obras! y tus pensamientos son muy profundos.
6Un hombre sin sentido no tiene conocimiento de esto; y un hombre necio no puede asimilarlo.
7Cuando los pecadores se levantan como la hierba, y todos los que hacen mal florecen, es para que su fin sea la destrucción eterna.
8Pero tú, oh Señor, estás en lo alto para siempre.
9Para ver! tus enemigos, oh Señor, morirán; todos los hacedores del mal serán esparcidos;
10Pero mi fuerzas aumentan como las del búfalo; el mejor aceite fluye sobre mi cabeza.