2Acuérdate de tu congregación, que adquiriste de antiguo, cuando redimiste la vara de tu heredad; este monte de Sión, donde has habitado.
3Levanta tus pies á los asolamientos eternos: á todo enemigo que ha hecho mal en el santuario.
4Tus enemigos han bramado en medio de tus sinagogas: han puesto sus divisas por señas.
5Cualquiera se hacía famoso según que había levantado el hacha sobre los gruesos maderos.
6Y ahora con hachas y martillos han quebrado todas sus entalladuras.
7Han puesto á fuego tus santuarios, han profanado el tabernáculo de tu nombre echándolo á tierra.
8Dijeron en su corazón: Destruyámoslos de una vez; han quemado todas las sinagogas de Dios en la tierra.
9No vemos ya nuestras señales: no hay más profeta; ni con nosotros hay quien sepa hasta cuándo.
10¿Hasta cuándo, oh Dios, el angustiador nos afrentará? ¿ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu nombre?