10Porque mis enemigos hablan mal de mi. Son los mismos que conspiran para matarme.
11Ellos dicen: “Dios lo ha desechado. Vayamos a buscarlo porque no tiene a nadie que lo salve.”
12Dios, por favor, no te alejes de mi. ¡Dios mío, apresúrate a ayudarme!
13¡Vence a mis acusadores y deshazte de ellos! Que los que quieren acarrearme problemas queden cubiertos de vergüenza y desgracia.
14En cuanto a mi, seguiré poniendo mi esperanza en ti, y te alabaré cada vez más.