2Enmudecí con silencio, calléme aun respecto de lo bueno: y excitóse mi dolor.
3Enardecióse mi corazón dentro de mí; encendióse fuego en mi meditación, y así proferí con mi lengua:
4Hazme saber, Jehová, mi fin, y cuánta sea la medida de mis días; sepa yo cuánto tengo de ser del mundo.
5He aquí diste á mis días término corto, y mi edad es como nada delante de ti: ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive. (Selah.)
6Ciertamente en tinieblas anda el hombre; ciertamente en vano se inquieta: junta, y no sabe quién lo allegará.
7Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza en ti está.