4La voz del Señor es poderosa; la voz del Señor es majestuosa;
5la voz del Señor destruye los cedros, incluso rompe los cedros del Líbano.
6Hace que las montañas del Líbano salten como un ternero, y el monte Hermon como un joven buey salvaje.
7La voz del Señor resplandece como rayos de luz.