4La humanidad es como un suspiro. Sus vidas son como una sombra pasajera.
5Abre tus cielos y desciende, Señor. Toca las montañas para que echen humo.
6¡Dispersa a tus enemigose con relámpagos! ¡Dispara tus flechas y hazlos huir confundidos!
7Extiende tu mano desde el cielo y libérame. Rescátame de las aguas profundas, y de la opresión de los enemigos extranjeros.
8Ellos son mentirosos, y hablan con engaño aún bajo juramento.
9Dios, a tu cantaré una canción nueva, acompañada de un arpa de 10 cuerdas,
10solo para ti, el que da victoria a los reyes. Tú salvaste a tu siervo David de la muerte por espada.