17Porque comen pan de maldad, y beben vino de robos.
18Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto.
19El camino de los impíos es como la oscuridad: no saben en qué tropiezan.
20Hijo mío, está atento á mis palabras; inclina tu oído á mis razones.
21No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón.
22Porque son vida á los que las hallan, y medicina á toda su carne.
23Sobre toda cosa guardada guarda tu corazón; porque de él mana la vida.
24Aparta de ti la perversidad de la boca, y aleja de ti la iniquidad de labios.
25Tus ojos miren lo recto, y tus párpados en derechura delante de ti.
26Examina la senda de tus pies, y todos tus caminos sean ordenados.
27No te apartes á diestra, ni á siniestra: aparta tu pie del mal.