7Beban, y olvídense de su necesidad, y de su miseria no más se acuerden.
8Abre tu boca por el mudo, en el juicio de todos los hijos de muerte.
9Abre tu boca, juzga justicia, y el derecho del pobre y del menesteroso.
10Mujer fuerte, ¿quién la hallará? porque su estima sobrepuja largamente á la de piedras preciosas.
11El corazón de su marido está en ella confiado, y no tendrá necesidad de despojo.
12Darále ella bien y no mal, todos los días de su vida.
13Buscó lana y lino, y con voluntad labró de sus manos.
14Fué como navío de mercader: trae su pan de lejos.
15Levantóse aun de noche, y dió comida á su familia, y ración á sus criadas.
16Consideró la heredad, y compróla; y plantó viña del fruto de sus manos.