26Y volviéronle á decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?
27Respondióles: Ya os lo he dicho, y no habéis atendido: ¿por qué lo queréis otra vez oir? ¿queréis también vosotros haceros sus discípulos?
28Y le ultrajaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros discípulos de Moisés somos.
29Nosotros sabemos que á Moisés habló Dios: mas éste no sabemos de dónde es.
30Respondió aquel hombre, y díjoles: Por cierto, maravillosa cosa es ésta, que vosotros no sabéis de dónde sea, y á mí me abrió los ojos.