55Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
56El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.
57Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.
58Este es el pan que descendió del cielo: no como vuestros padres comieron el maná, y son muertos: el que come de este pan, vivirá eternamente.