3Una y otra vez iban a él y le decían: “¡Oh, Rey de los Judíos!” y lo abofeteaban.
4Pilato salió una vez más y les dijo: “Lo traeré aquí para que sepan que no lo encuentro culpable de ningún crimen.”
5Entonces Jesús salió usando la corona de espinas y la túnica de color púrpura. “Miren, aquí está el hombre,” dijo Pilato.
6Cuando el jefe de los sacerdotes y los guardias vieron a Jesús, gritaron: “¡Crucifícale! ¡Crucifícale!” “Llévenselo ustedes y crucifíquenlo,” respondió Pilato. “Yo no le hallo culpable.”