2Y los hombres del ejército hicieron una corona de espinas y se la pusieron sobre su cabeza, y le pusieron una túnica púrpura.
3Y siguieron viniendo y diciendo: ¡Larga vida al Rey de los Judíos! Y ellos le dieron golpes con sus manos.
4Y salió Pilato de nuevo, y les dijo: Mira, dejo que venga a ustedes para aclararles que no veo mal en él.
5Entonces salió Jesús con la corona de espinas y la túnica púrpura. Y Pilato les dijo: ¡Aquí está el hombre!
6Entonces, cuando los principales sacerdotes y la policía lo vieron, lanzaron un gran clamor: ¡A la cruz! a la cruz! Pilato les dijo: llévenselo ustedes mismos y pónganlo en la cruz: no veo ningún crimen en él.
7Y los judíos respondieron: Nosotros tenemos una ley, y por esa ley es correcto que él sea ejecutado porque dijo que era el Hijo de Dios.
8Cuando llegó esta palabra a los oídos de Pilato, su temor aumentó;
9Y volvió al pretorio y dijo a Jesús: ¿De dónde vienes? Pero Jesús no le dio respuesta.