2Ministrando al Señor, y ayunando, el Espíritu Santo dijo: Dejen que Bernabé y Saúl me sean entregados para el trabajo especial para el cual fueron marcados por mí.
3Luego, después de orar y ayunar, les impusieron las manos y los despidieron.
4Entonces, siendo enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia; y desde allí fueron en barco a Chipre.
5Y en Salamina, ellos predicaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos; y Juan estaba con ellos, ayudándoles.
6Y cuando hubieron recorrido toda la isla hasta Pafos, se encontraron a un mago y falso profeta, un judío que se llamaba Barjesús;
7Quién estaba con el gobernante, Sergio Paulo, un hombre inteligente. Este hombre envió por Bernabé y Saulo, deseando tener conocimiento de la palabra de Dios.