2Porque para todos hay un acontecimiento, para el hombre recto y para el mal, para el limpio y para el inmundo, para el que hace una ofrenda y para el que no hace ninguna ofrenda; como es bueno así es el pecador; el que hace juramento es como el que le teme.
3Esto es malo en todas las cosas que se hacen bajo el sol: que hay un destino para todos, y los corazones de los hijos de los hombres están llenos de mal; mientras tienen vida, sus corazones son tontos, y después de eso, al sepulcro.
4Para el que está unido a todos los que viven allí, hay esperanza; Un perro vivo es mejor que un león muerto.
5Los vivos están conscientes de que la muerte les llegará, pero los muertos no tienen conciencia de nada, y ya no tienen una recompensa, porque no hay memoria de ellos.
6Su amor, su odio y su envidia han terminado; y ya no tienen una parte para siempre en nada que se haga bajo el sol.
7Ven, toma tu pan con alegría, y tu vino con un corazón alegre. Dios le ha complacido tus obras.
8Deja que tu ropa sea blanca en todo momento, y no permitas que tu cabeza esté sin aceite.