16¡Ay de ti, tierra, cuando tu rey es muchacho, y tus príncipes comen de mañana!
17¡Bienaventurada, tú, tierra, cuando tu rey es hijo de nobles, y tus príncipes comen á su hora, por refección, y no por el beber!
18Por la pereza se cae la techumbre, y por flojedad de manos se llueve la casa.