6Los enemigos han perecido, desolados para siempre. Sus ciudades están destruidas, e incluso han sido olvidadas.
7Pero el Señor reina para siempre; su trono está preparado para el juicio.
8El Señor juzga al mundo con justicia, y a las naciones con rectitud.
9El Señor es el refugio de los oprimidos, una fortaleza en tiempos de angustia.
10Los que conocen tu carácter confían en ti, porque no abandonas a los que a ti vienen.