4Porque en su mano están las profundidades de la tierra, y las alturas de los montes son suyas.
5Suya también la mar, pues él la hizo; y sus manos formaron la seca.
6Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro hacedor.
7Porque él es nuestro Dios; nosotros el pueblo de su dehesa, y ovejas de su mano. Si hoy oyereis su voz,