6a fin de que la siguiente generación—los que aún no habían nacido—entendieran y crecieran para enseñar a sus hijos.
7De esta forma debían mantener su fe en Dios y no olvidar lo que Dios ha hecho, así como seguir sus mandamientos.
8Para que no fueran como sus antepasados, una generación terca y rebelde que carecía de fe y fidelidad.
9Los soldados de Efraín, aunque estaban armados con arcos, huyeron el día de la batalla.
10No cumplieron el pacto de Dios, y se negaron a seguir sus leyes.
11Ignoraronl lo que Dios había hecho, y las maravillas que les había mostrado antes:
12los milagros que había hecho por sus antepasados en Zoán, en Egipto.
13Él dividió el mar en dos y los condujo a través de él, manteniendo las aguas como muros a cada lado.
14Él los guiaba con una nube en el día, y de noche con una nube de fuego.
15Partió las rocas en el desierto para darle agua abundante a su pueblo. Aguas profundas como el océano.