6Recuerdo los cantos que solía cantar por las noches. Medito entonces y me pregunto:
7¿Se habrá cansado el Señor de mi para siempre? ¿Volverá nuevamente a agradarse de mi?
8¿Se habrá apagado para siempre su amor inagotable? ¿Se acabaron sus promesas?
9¿Se ha olvidado Dios de su bondad? ¿Habrá cerrado de un portazo las puertas a su compasión? Selah.
10Entonces dije: “Lo que más me duele es que el Señor ya no me trata como antes.”
11Recuerdo lo que has hecho, Señor. Recuerdo las maravillas que hiciste hace mucho tiempo.
12Meditaré en todo lo que has logrado. Pensaré en tus actos.
13Señor, tus caminos son santos. ¿Hay algún dios tan grande como tú?
14Tú eres el Dios que hace maravillas. Has revelado tu poder a las naciones.
15Con tu fuerza salvaste a tu pueblo, a los descendientes de Jacob y José. Selah.
16Cuando las aguas te vieron y temblaron. ¡Sí! ¡Temblaron hasta las profundidades!
17Las nubes derramaron lluvia, el trueno retumbó en los cielos y tus relámpagos volaban como flechas.
18Tu trueno retumbó desde el torbellino, y los relámpagos iluminaron el mundo. La tierra temblaba y se estremecía.