2Cuando estuve en aflicción oré al Señor. Toda la noche levanté mis manos al cielo en oración a él, pero no pude hallar consuelo alguno.
3Medité en Dios con gemidos; pensé en él pero solo siento desconsuelo. Selah.
4No me dejas dormir. Estaba tan afligido que no podía ni hablar.