3Por favor, escúchame y sálvame. Sé mi roca protectora a la que siempre pueda ir. Tu has dado la orden para salvarme, porque tú eres mi roca y mi fortaleza.
4Dios mío, libérame del poder de los malvados; de las garras de los que son malos y despiadados.
5Porque tú, Señor y Dios, eres mi esperanza. Tú eres en quien he confiado desde que era joven.