21Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos, la cabelluda mollera del que camina en sus pecados.
22El Señor dijo: De Basán haré volver, te haré volver de los profundos de la mar:
23Porque tu pie se enrojecerá de sangre de tus enemigos, y de ella la lengua de tus perros.