6Tú destruirás a los mentirosos. El Señor aborrece a los sanguinarios y engañadores.
7Pero por la grandeza de tu amor fiel, puedo venir a tu casa, y maravillado de ti me postro en tu Santo Templo.
8Guíame, Señor, tú que siempre haces lo recto, y sálvame de mis enemigos. Muéstrame con claridad tu camino.