1Para el director del coro. Un salmo de David. Cuando el profeta Natán vino a él después de haber cometido adulterio con Betsabé. Ten mimsericordia de mi, ¡Oh, Dios! Por tu gran amor, por tu infinita bondad, por favor, limpia mis pecados.
2Lava toda mi culpa; límpiame de mi pecado.
3Admito mi rebelión; mi pecado siempre me golpea a la cara.