2Estoy sediento de Dios, del Dios viviente. ¿Cuándo podré ir y ver el rostro de Dios?
3Mis lágrimas han sido mi único alimento, día y noche, mientras la gente me pregunta todo el día, “¿Dónde está tu Dios?”
4Me siento inconsolable al recordar cuando caminaba entre las multitudes, guiándolos en una procesión hacia la casa del Señor, con cantos de alegría y canciones de agradecimiento de los adoradores en el festival.