2Estaba completamente en silencio, no dije incluso nada bueno. Pero el dolor por dentro solo empeoraba.
3Pero mi mente quemaba como si estuviera en llamas; tenía que decir lo que pensaba:
4Señor, recuérdame. ¿Cuán corta es mi vida? ¿Cuánto tiempo me queda? Recuérdame cuán rápido mi vida pasará.
5¡Sólo fíjate los pocos días que me has dado! A tus ojos todo mi tiempo es como si fuera nada. Nuestras vidas aquí son como un simple suspiro… Selah.
6Los seres humanos son como sombras caminando por ahí. Corren sin un objetivo por la vida, tratando de acumular posesiones sin saber quiénes se quedarán con ellas.
7Así que Señor, ¿Qué estoy buscando yo? Pongo mi esperanza en ti.
8Sálvame de mi rebelión. No dejes que sea burlado por los tontos.
9Me mantendré quieto, no diré ni una palabra, porque eres tú quien me ha hecho esto.
10¡Por favor, deja de golpearme! ¡Tu golpiza me ha acabado!