8¡Deja tu ira! ¡Deja ir tu enojo! ¡No te molestes, eso solo resultará en mal para ellos!
9Porque los malvados serán destruidos, y los que confían en el Señor tomarán posesión de la tierra prometida.
10Dentro de poco los malos no existirán más, y aunque los busques no los encontrarás.