11Soy ridiculizado por mis enemigos, especialmente por mis vecinos. Mis amigos temen verme; la gente que me ve en las calles corre y huye lejos de mí.
12He sido olvidado como si estuviera muerto, ignorado como una vasija rota.
13Escucho a mucha gente susurrando cosas sobre mí. El terror me rodea. Ellos conspiran juntos contra mí, planeando matarme.
14Pero pongo mi confianza en ti, Señor, diciendo, “¡Tú eres mi Dios!”
15¡Mi vida entera está en tus manos! ¡Sálvame de aquellos que me odian y me persiguen!
16Mira amablemente en dirección a mí, tu siervo. Sálvame conforme a tu amor inefable.