6Le digo al Señor, “¡Tú eres mi Dios! Señor, ¡Escucha mi clamor!”
7Señor y Dios, mi Salvador, tú cubres mi cabeza como con un casco en el día de la batalla.
8Dios, no permitas que el malo consiga lo que quiere, no permitas que triunfen en sus planes para que no se vuelvan orgullosos. Selah.