2Es inútil levantarse temprano por la mañana e ir a trabajar, y quedarse hasta altas horas de la noche, preocupado por ganar lo suficiente para comer, cuando el Señor es el que da el descanso a los que ama.
3Ciertamente los hijos son un regalo del Señor, porque la familia es una bendición.
4Como flechas en las manos de un guerrero son los hijos en la juventud.
5¡Feliz es el que llena su aljabau con ellos! Tales padres no se avergonzarán cuando enfrenten a sus enemigos en las puertas de la ciudad.