2Si el Señor no hubiera estado para nosotros, ¿Que hubiera pasado cuando los pueblos nos atacaron?
3Nos hubieran tragado vivos al encenderse su furor contra nosotros.
4Se hubieran precipitado como una inundación; nos habrían arrastrado por completo como una corriente torrencial.
5Habrían pasado por encima de nosotros con fuerza como aguas furiosas, ahogándonos.
6Alaben al Señor, quién no nos entregó a ellos como presas para ser destruidos por sus dientes.
7Escapamos de ellos como pájaros huyendo del cazador. ¡La trampa se rompió y volamos lejos!
8Nuestra ayuda viene del Señor, quien hizo los cielos y la tierra.